En 2018, se alcanzó un hito histórico en el sector energético de la Unión Europea: por primera vez, las energías renovables superaron al carbón en la producción de energía. Según los datos de 2017, la energía eólica, solar y de biomasa juntas generaron un total de 679 teravatios por hora (TWh), mientras que el carbón contribuyó con 669 TWh. Este cambio refleja una transformación significativa en la matriz energética europea, que se está alejando progresivamente de los combustibles fósiles hacia fuentes más limpias y sostenibles.
Este avance es aún más impresionante si se tiene en cuenta que, solo cinco años antes, el carbón generaba el doble de energía que las energías renovables. En 2012, las energías renovables representaban una parte pequeña en comparación con la energía generada por el carbón, lo que hacía que el panorama energético europeo fuera muy dependiente de este combustible fósil. Sin embargo, en 2017, las energías renovables no solo alcanzaron al carbón, sino que lo superaron por primera vez en la historia.
Este cambio es resultado de una serie de factores, entre ellos el aumento de la inversión en tecnologías limpias y la caída de los costos de las energías renovables, como la energía solar y la energía eólica, que han hecho que estas fuentes sean cada vez más competitivas. A lo largo de la última década, las políticas europeas también han jugado un papel fundamental en esta transición, impulsando la descarbonización a través de subvenciones, incentivos y el establecimiento de normas ambientales más estrictas.
Este cambio hacia las energías limpias no solo tiene beneficios para el medio ambiente, sino también para la seguridad energética y la economía. A medida que las fuentes de energía renovables se expanden, Europa se va haciendo menos dependiente de las importaciones de carbón y otros combustibles fósiles. Además, el crecimiento de las energías renovables está creando nuevas oportunidades económicas y de empleo en sectores relacionados con las tecnologías limpias.
A pesar de este avance histórico, el carbón sigue teniendo una presencia significativa en algunos países de la Unión Europea, especialmente en Polonia, donde sigue siendo una fuente importante de energía. Sin embargo, el hecho de que las energías renovables hayan superado al carbón a nivel de la UE es un símbolo del cambio de paradigma que está ocurriendo en el continente y un paso importante hacia el objetivo de la neutralidad de carbono para 2050.
Este logro en 2018 demuestra que el futuro de la energía en Europa es cada vez más limpio y renovable, lo que marca un precedente para otras regiones del mundo que buscan también una transición hacia un modelo energético más sostenible.