Primer gobierno de coalición en España

El 7 de enero de 2020, tras meses de negociaciones y una repetición electoral, Pedro Sánchez fue finalmente investido como presidente del Gobierno de España. Su elección marcó un hito histórico, ya que dio paso al primer Gobierno de coalición en el país desde la Segunda República, con el PSOE y Unidas Podemos al frente del Ejecutivo.

La investidura no fue sencilla. Tras las elecciones generales de abril de 2019, Sánchez no logró los apoyos suficientes para formar Gobierno, lo que llevó a una nueva convocatoria electoral en noviembre de ese mismo año. A pesar de que el PSOE volvió a ganar, los resultados no fueron concluyentes, por lo que se hizo necesario un acuerdo con Unidas Podemos, liderado por Pablo Iglesias. Esta alianza permitió desbloquear la situación política, aunque requirió el respaldo de otros partidos para alcanzar la mayoría en el Congreso de los Diputados.

El debate de investidura estuvo marcado por la polarización política, con una votación ajustada que reflejó la división del Parlamento. Finalmente, Pedro Sánchez fue investido por mayoría simple, con 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, entre ellas, la del partido independentista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), cuyo papel fue clave para el éxito del nuevo Ejecutivo.

El nuevo Gobierno de coalición trajo consigo una estructura inédita en la democracia reciente de España. Pablo Iglesias asumió la vicepresidencia segunda, y varios miembros de Unidas Podemos ocuparon ministerios clave, como Trabajo, Igualdad y Consumo. Por otro lado, el PSOE mantuvo el control de áreas estratégicas como Economía, Interior y Exteriores, consolidando así un Ejecutivo de carácter progresista con un enfoque en políticas sociales y económicas.

Desde su formación, el Gobierno enfrentó desafíos inmediatos. La crisis en Cataluña, la necesidad de aprobar nuevos Presupuestos Generales del Estado, y la llegada inesperada de la pandemia del coronavirus en marzo de 2020 pusieron a prueba la estabilidad y la capacidad de gestión del Ejecutivo. La coalición también tuvo que lidiar con tensiones internas, diferencias en la toma de decisiones y una oposición frontal por parte de los partidos de derecha, que desde el inicio cuestionaron la viabilidad de un Gobierno con Unidas Podemos.

A pesar de las dificultades, la investidura de Pedro Sánchez representó un cambio en el mapa político español, consolidando una nueva era en la gobernabilidad del país. El primer Gobierno de coalición desde la Segunda República supuso un experimento político sin precedentes en la España democrática, con repercusiones tanto en la política nacional como en el equilibrio de fuerzas dentro del Parlamento.

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