El Gobierno ha aprobado un aumento de 50 euros mensuales en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), una medida que busca mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores con menores ingresos y combatir los efectos de la inflación. Con esta subida, el SMI se sitúa en 1.134 euros brutos mensuales en 14 pagas, consolidando la tendencia al alza que se ha mantenido en los últimos años.
Este incremento ha sido fruto de la negociación entre el Ejecutivo y los sindicatos, que defendían la necesidad de una mayor revalorización para garantizar un salario digno. Por su parte, las patronales han mostrado su desacuerdo, argumentando que el aumento de los costes laborales podría afectar a la competitividad de las empresas, especialmente en sectores con márgenes de beneficio más ajustados.
Desde el Gobierno destacan que esta subida del SMI beneficiará a casi 2,5 millones de trabajadores, principalmente en sectores como la hostelería, la agricultura, el comercio y el servicio doméstico, donde los salarios más bajos son habituales. Además, insisten en que la medida contribuirá a reducir la desigualdad y fomentar un crecimiento económico más justo.
El aumento del salario mínimo también tiene un impacto en otras prestaciones y subsidios, ya que muchas ayudas están vinculadas a esta referencia. Además, se espera que impulse el consumo interno, al dotar a los trabajadores de mayor capacidad de gasto, lo que podría favorecer la economía en su conjunto.
Con esta medida, el Ejecutivo sigue cumpliendo su compromiso de acercar el SMI al 60% del salario medio en España, en línea con las recomendaciones de la Unión Europea y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sin embargo, el debate sigue abierto, y mientras algunos sectores piden subidas más ambiciosas, otros advierten de posibles consecuencias negativas en la creación de empleo y la competitividad empresarial.