El Athletic Club de Bilbao ha vuelto a hacer historia al proclamarse campeón de la Copa del Rey, poniendo fin a una espera de 40 años sin levantar el trofeo. En una final llena de emoción, el equipo vasco se impuso al RCD Mallorca en una tanda de penaltis agónica, logrando así su 24º título copero y consolidando su estatus como uno de los clubes más laureados del torneo.
El partido, disputado en el Estadio de La Cartuja de Sevilla, estuvo marcado por la intensidad y la igualdad entre ambos equipos. El Mallorca, que buscaba su segundo título copero, se adelantó en el marcador, obligando al Athletic a reaccionar con su habitual espíritu de lucha. Los leones lograron el empate y forzaron primero la prórroga y después la tanda de penaltis, donde mostraron una gran sangre fría para llevarse el título.
Los lanzamientos desde los once metros fueron el momento clave de la final. Con un ambiente de máxima tensión, el Athletic mostró mayor eficacia desde el punto de penalti, desatando la euforia entre su afición y poniendo fin a una sequía que había durado cuatro décadas. La última vez que el conjunto bilbaíno había levantado la Copa del Rey fue en 1984, con una generación legendaria encabezada por jugadores como Dani, Goikoetxea y Zubizarreta.
La victoria tiene un significado especial para el club y su afición, que ha mantenido su apoyo incondicional durante todos estos años, a pesar de haber perdido varias finales recientes. En los últimos tiempos, el Athletic había rozado la gloria en varias ocasiones, pero siempre se había quedado a las puertas, cayendo en finales contra equipos como el Barcelona y la Real Sociedad. Esta vez, el desenlace fue diferente, y los rojiblancos pudieron alzar el trofeo para alegría de toda Bilbao y Euskadi.
Uno de los grandes protagonistas de la noche fue el entrenador del Athletic, Ernesto Valverde, quien logró devolver al equipo a la senda del éxito en su tercera etapa al frente del club. Su estrategia, su confianza en una plantilla con una mezcla de juventud y veteranía, y su apuesta por el modelo único del Athletic, basado en jugadores de cantera y de raíces vascas, han sido clave en este logro histórico.
La celebración en Bilbao fue espectacular. Miles de aficionados inundaron las calles para recibir a los héroes de La Cartuja, con la tradicional fiesta en la Ría de Bilbao y en la sede del club. La Gabarra, la embarcación con la que se celebran los grandes títulos en la ciudad, volvió a surcar las aguas tras décadas de espera, en una imagen que quedará para siempre en la memoria de los seguidores rojiblancos.
Este título no solo representa un trofeo más en la vitrina del Athletic, sino que también es un homenaje a la filosofía única del club, que sigue apostando por el talento local en una era dominada por el fútbol globalizado. La victoria demuestra que los valores de tradición, esfuerzo y orgullo siguen siendo el motor de un equipo que ha sabido mantenerse fiel a su identidad.
El Athletic Club de Bilbao vuelve a ser campeón de la Copa del Rey, y lo hace a lo grande, con un título que quedará grabado en la historia del fútbol español y en el corazón de toda su afición.